"Coño, Malenita, qué gato más raro" Esas fueron las palabras de mi amiga Emilia cuando le presenté a Soda... "¡Y tan raro- me reí- como que es un perro!" |
Catorce años juntas... Es bastante, sí, pero no tanto como me hubiera gustado |
Esta mañana temprano me llamó Pedro. Él nos conocé bien y siempre la cuidó con mimo, así que, tras un breve intercambio de apuradas frases de cortesía, llegaron las palabras que tanto tiempo he temido: "Ya tenemos las cenizas de Soda. Ven cuando quieras por ella".
Hace días que asimilé la noticia de su marcha, pero hoy se me ha vuelto a encoger un poquito el corazón y al mirar hacia su cojín vacío la he llorado de nuevo.